16 de mayo de 2018

GUTURÚ

Desde hace meses, muchos días Alejandro me pregunta: ¿trabajo cuando?; acompañado de brazos en jarra, disimulando como está mi guturú, le sonrío y contesto: no se.
Es muy difícil mantener carapoker y que no me note el desencanto, la desesperanza, la desilusión, la realidad.
Me planteo que en algún momento tendré que contarle "la verdad" .
El está muy ilusionado con empezar a trabajar y ganar dinero, es adulto y responsable y ya ha demostrado que es eficiente y capaz aun a pesar de que el entorno se lo puso muy difícil.
Cuando le digo que encontrar trabajo está complicado me dice que el se va a otro país a trabajar como su primo, esto enterito va a parar a mi guturú.
Explicarle que el mundo para todos no existe, que el no va a disponer de oportunidades como sus primos y como el resto de sus iguales, explicarle que el mundo solo tiene hueco para el solo si y solo si admite llevar la marca "diferente, discapaz, ..." y que una vez admitido te remiten a la Isla de los Indeseados, ese sitio aparte y apartado donde nadie los ve salvo los que tienen nóminas gracias a ellos. Aceptar las variadas oportunidades segregadoras y discriminadoras que ofrecen a bombo y platillo, donde se usan pedagogías en desuso y donde en si mismo el modelo pertenece a otros siglos pasados, donde les hablas de derechos y contestan que allí están "muy bien cuidados", sinceramente mi guturú no encuentra el ánimo ni la energía para explicarle tan desgarradora e INDIGNA realidad.
Y pienso y pienso y pienso sin encontrar luz ni respuesta.
Mi guturú está colmado y eso que tiene una capacidad increíble, mi guturú .. ese lugar entre alma y las entrañas que se doblega a la par que se rebela contra toda opresión y así de esta manera repleta algún día que otro, entre saturación y pesadumbre, siempre y siempre encuentro mil motivos para ser feliz, sacudiendo previamente el guturú aligerándolo de peso.
Como siempre mi deseo de que el karma sea cierto, ya que su certeza alivia profundamente mi guturú.


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