Apoyó el brazo en la mesa, los lagrimales de sus ojos reposaban sobre dos yemas de sus dedos, el peso de la cabeza se precipitaba sobre ellos, asi las lágrimas se iban hacia dentro, solo pensaba eso: lágrimas hacia dentro porque no tenía energía para echarlas.Levantó la mirada suspiró , suspiró, bajó la mirada para buscar en las entrañas del suelo, ¡no! allí tampoco estaba, levantó de nuevo la mirada y le miró a los ojos y brillaban , su compañía pensó mientras respiró profundamente le serenaba. De nuevo buscó en las entrañas del suelo... seguía sin descubrir nada durante esos instantes estaba ausente, aislada, esta sensación se había repetido infinidad de veces. Le agradaba sentirse ausente en la profundidad y en la profundidad buscando , buscando . . . y . . . sin encontrar nada.
3 comentarios:
Hola Carmen, precioso lo que escribes. Una situación sencilla e interior descrita de una forma muy rica. Me ha gustado mucho!
Besos
Siempre buscando Carmen, siempre. Besitos.
Gracias
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