30 de marzo de 2010

ASISTENTE PERSONAL, INDEPENDENCIA Y VACACIONES

Tener 15 años con un caracter jovial, alegre, simpático, agradable, considerado, jugueton, bromista y entusiasta no es un ejemplar fácil de encontrar y para que la envidia os invada asi es ALE, jejejeje.
Sin Asistente Personal Ale no puede disfrutar de sus vacaciones como cualquier chaval de 15 años. Los adolescentes de esas edades ya se quedan solos en casa, van a casas de amigos/as, acuden al campo de fútbol o baloncesto, etc, mientras la familia acude al trabajo , en el caso de Ale aunque manifiesta átomos de madurez tiene también una destacada infantilidad; así que su asistente personal le acompaña en estos días de vacaciones para poder hacer los mismo que los otros de su edad.
Para que vayais aprendiendo podeis leer este documento para que no se os quede cara de interrogación cuando hablamos de asistencia personal
Ya que hoy estoy por daros un poco de conocimiento sobre asistencia personal y diversidad funcional os copio un youtube muy interesante.
Pienso que cuando no esté por aqui y Ale continúe su existencia, su vida ¿cómo podrá ser?, si acaso acabará en una de esas "maravillosas residencias" donde no hay libertad de decidir sobre tu propia vida, de tomar tus decisiones, donde deciden a que hora comes, que es lo que comes, a que hora te levantas y a donde sales a pasear y con quien, donde los horarios son rígidos y donde no puedes elegir el tipo de pan que te gusta comer, o si hoy te apetece comer algo mas liviano o tienes un hambre Carpanta y prefieres un fuerte cuchareo (lo cual es habitual en Ale jejejeje), quizá mas adelante Ale esté en casa conviviendo con su pareja, trabajando y haciendo su vida como cualquier otro.
A veces no puedo pensar porque me supone una tortura pues se que de aqui a 20 años no avanzaremos tanto en igualdad como para irme de aqui tranquila.
Pensamos que una persona con diversidad funcional tiene que ser protegida y cuan inacuado, antiguo y remoto es nuestro pensamiento. Las personas con diversidad funcional lo único que necesitan es que pasen a ser ciudadanos y ciudadanas y que no continuen en las trincheras de la disciudadanía, o ciudadanía de segunda. Es vital que les sean reconocidos sus derechos como iguales y que tengan las mismas oportunidades que todos los demas.
Escalofriante es que los derechos tengan que ser reclamados en los juzgados, no es que sea penoso es que es medieval pero es la realidad y no me gusta nada y sobretodo no tengo paciencia y sobretodo me tortura cuando muchos días me quedo en la soledad tan solo de mis pensamientos.

3 comentarios:

sarah dijo...

Carmen, me ha gustado mucho tu entrada, justo por lo que me toca: mi hija en agosto cumple 19.
Lo del asistente personal voy a mirarlo ahora, he leído solo tu entrada. Y mira, desde que mi hija era pequeña tenía siempre una persona que la apoyaba en todas estas cosas, pagada por nosotros, claro. Y de todos esos años puedo decir que era un aire fresco que invadía la casa, para ella y para la familia. Fue siempre muy positivo.
Ahora espero por lo de la ley de dependencia a ver cómo se resuelve esto en el día a día.
Abrazos!
Ah, y qué suerte tener un hijo tan entusiasta!

María dijo...

Me alegro que Ale, pueda pasar unas vacaciones divertidas, igual que sus compañeros. Así debería ser siempre.
Javi todavía es muy pequeño y desde el primer día he temido tanto al futuro, se que me falta mucho y procuro pensar en el día a día y alegrarme con cada paso que da.
Se me han puesto los pelos de punta al leer tu entrada, tienes tanta razón , es tan duro que se tenga que recurrir a los juzgados para que se cumplan sus derechos, que sean considerados ciudadanos de segunda. Que suframos discriminación tantas y tantas veces y en ocasiones simplemente por la ignorancia de la gente.
Tu entrada es fantástica y me quedo con lo positivo, que Ale esté pasando unas buenas vacaciones, espero que tu también. Besos

Towanda dijo...

Gracias por vuestros comentarios, tenemos que seguir sempre seguir haciendo pequeñas cosas porque eso va sumando y seremos cada dia mas, seremos tantos y tantas que no podran ignorarnos.
Un abrazo
Carmen